En Materia de Ley

Ayer, 16 de Febrero de 2010, asistí a unos juicios en el palacio de Justicia de orense en calidad de publico. La excursión programada por nuestra profesora tenia por objetivo mostrarnos en directo un poco el funcionamiento de un proceso judicial. Bueno, aunque la experiencia fue entretenida no hubo nada que no supiera ya. No es solo que ya no fuese el primer juicio al que asistí, pues ya he presenciado muchos (algunos incluso sin ser el acusado), si no también porque desde siempre he sido un gran aficionado a series de abogados y demás. El Abogado, Ally McBeal, Boston Legal, etc, han sido series que siempre he visto de principio a fin. El éxtasis definitivo fue cuando en una sacrílega mezcla de mi amor por el tema bélico/militar y el tema legal, conocí JAG: Alerta Roja. Ya no podía caber mas en mi gozo (creo que Homer sintió algo parecido al conseguir la creación de su chuchería favorita, nueces y chicle ¡Juntos!¡Por fin!).
Mis compañeros no se lo pasaron mal del todo, pero creo que yo fui el que mas disfruto al ver a los abogados interrogando a los testigos, buscando errores en los testimonios, etc. Si bien es una profesión que hay que tener un poco (o bastante) de flexibilidad moral, no deja de ser un negocio lucrativo si eres un buen abogado. Yo mismo me plantearía dedicarme a ello si no fuese un conocido blogero con un numero de seguidores que sobrepasa ligeramente la docena.
El juez que nos hizo de anfitrión no es que lo tratase mucho, pero me cayó simpático.No parecía uno de estos tipos con un palo en el culo y que desayunan grapas tan abundantes hoy en día en los círculos oficiales. El tipo se reía y sonreía, lo cual ya es para mi bastante (lo se, da a entender que no es difícil que alguien me caiga bien, solo tiene que ser alguien animado y que sepa reírse).
Un ultimo consejo. Para aquellos de vosotros que alguna vez os toque presentaros en un tribunal os contare algo que he aprendido a lo largo de todos estos años. El truco consiste en exponer tus argumentos, testimonios, etc de la manera mas clara y concisa. Eso, y asegurarse desde el principio que el tribunal y/o el juez están de tu lado. Hay muchisimas maneras de conseguirlo (os toca pensar). Deciros que los sobornos y las amenazas pueden funcionar peeero es conveniente no usarlos (al menos no muy a menudo o demasiado a la vista) ya que te arriesgas a llamar la atención de la gente de arriba (políticos sobre todo) que siempre nos superan a la mayoría en estos métodos y no les gusta que otros recurran a ellos.